Como respuesta a la crisis que se enfrenta actualmente en la implementación de la política hidráulica y con el objetivo de direccionar los cambios necesarios para dar solución a las crecientes problemáticas que se presentan en el sector, se plantea un enfoque de manejo integral en el que se contemple la protección del recurso, en términos de cantidad y calidad, como el punto de partida para garantizar el abastecimiento futuro, el desarrollo del estado y la sustentabilidad ambiental.
Con esta nueva política, se busca invertir en el mejoramiento de las funciones institucionales más que en la construcción de nueva infraestructura, cuyos resultados sean reflejados en instituciones eficientes, regidas bajo un marco de regulación que propicie el desarrollo y ejecución de estrategias de acción a nivel local en las que se reconozca el valor social y ambiental del vital líquido, con organismos operadores y dependencias municipales consolidadas, con programas técnicos sustentados en la gestión integral del recurso y en la que se fomente la participación solidaria de la ciudadanía.
En este orden de ideas las estrategias, líneas de acción y metas de reestructuración se encuentran inmersas dentro de cuatro ejes principales: I) Fortalecimiento Institucional, II) Eficiencia Operativa, III) Manejo Integral y IV) Instrumentos de Cambio Social.